Ecología Lingüistica y el Luiseño
"Cuantos más idiomas sabes, más humano eres." (Tomáš Garigue Masaryk)
Cada una de las lenguas existentes representa una parte del patrimonio histórico del mundo. Es muy interesante observar como cada una de ellas reacciona a su alrededor: a la sociedad, en la que se evoluciona; la naturaleza, que la rodea; las condiciones de pervivir o difundirse que tiene...
Puede haber miles de aspectos que influyan en el funcionamiento de la lengua y su implante en el medio. Por eso conocemos tantas disciplinas derivadas de la lingüística: sociolingüística, entolingüística, psicolingüística, etc.
Cada lengua nos ofrece otra visión del mundo. Otro modo de ver el indivíduo y la sociedad. Otra manera de expresar los pensamientos y sentimientos. El Luiseño, por ejemplo, es una clara demostración lingüística de cómo puede llegar a convivir en equilibrio la raza humana con la naturaleza. Tal vez su estructura y gramática no sean más difíciles del nuestro idioma, pero a nivel ecológico, hay varias cosas que podríamos aprender.
¿Qué es lo que sugiere el comportamiento del verbo en esta lengua?
Podemos observar que en el Luiseño la forma del verbo cambia según el número del sujeto u objeto. A raíz de eso, podemos deducir, que para los hablantes de Luiseño, la posición de un individuo o del colectivo es muy importante y podemos suponer también, que los hablantes tienen un carácter sociable. Lo que nos llamó la atención sobre todo es la diferencia marcante que pueden signficar estas dos formas verbales en los verbos conectados con violencia: matar y golpear. Es muy simpático el distinguir cuántos fueron los que mataron y cuántos fueron matados, reduplicando el dicho con la forma del verbo. La presencia de la ecología y empatía es más que evidente.
¿Es el Luiseño una lengua ecológica?
Por supuesto, sí. Lo podemos comprobar muy bien en los ejemplos que vimos en clase.
¿Puede una lengua representar una visión del mundo más ecológica que otra? ¿Por qué?
Se supone que, aparte de unas excepciones, todos los fenómenos deberían poder expresarse en cada idioma. Sin embargo, la forma puede ser totalmente diversa. Comparando Luiseño con mi propia lengua, yo diría que sí - una lengua puede representar una visión del mundo más ecológica que otra. Pero esto puede ser condicionado también por mi forma de ver el mundo. Así que la respuesta puede ser considerada muy relativa o subjetiva.
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